La resolución de EPV está desalineada de lo que habían señalado recientemente tanto el Servicio Agrícola y Ganadero y Aduanas, quienes no habían impedido aforar en el puerto. Con esta medida, la EPV provoca un profundo daño al puerto de Valparaíso al afectar gravemente su competitividad, en particular frente a terminales como San Antonio; merma los ingresos de los trabajadores que desempeñan las faenas de aforo y añade a los clientes costos extras que desincentivan el elegir a Valparaíso, agregándoles en la práctica un impuesto extra que no se cobra en otros terminales. Este hecho, además, va en contra de los compromisos asumidos por la EPV al crear la ZEAL, en el sentido que no provocaría un alza de los costos de la cadena logística.
TPS manifiesta, además, que esta determinación lesiona gravemente sus derechos y que representa una abierta discriminación al favorecer al concesionario AZVI por sobre TPS, como también una obstrucción a la libre competencia.
"Resulta desconcertante que Valparaíso sea el único puerto chileno al que se le impida aforar en sus instalaciones y que sean sus propias autoridades las que promuevan una medida tan dañina para su actividad" señaló Francesco Schiaffino, gerente general de TPS.
"Esperamos que la EPV reconsidere su postura y corrija los graves perjuicios que acarrea una decisión como la adoptada. Por nuestra parte, ejerceremos una enérgica defensa de nuestros derechos como concesionario", agregó el ejecutivo.
La empresa es enfática en precisar que, a diferencia de lo que han señalado algunos personeros de EPV, aforar en el puerto no provoca consecuencias negativas para la ciudad, porque el problema de congestión fue solucionado con la construcción del Acceso Sur, que en nada dice relación con el aforo de cargas en los recintos portuarios.