A partir de la aplicación en 2018 en los 57 establecimientos (1.700 estudiantes) de ocho regiones del país en los que trabajan profesores de la Fundación Enseña Chile (eCh) se reveló que, en promedio, los profesores eCh logran un progreso académico alto, es decir, están logrando que sus estudiantes avancen 0,48 desviaciones estándar, lo que equivale a casi dos veces lo que haría un profesor en un contexto adecuado según el barómetro de J. Hattie ("Visible Learning"), mientras que este indicador fue de 0,49 desviaciones estándar en la región de Valparaíso el año 2017, y el 2018 ese aumento sigue sostenido, marcando un 0,74.
"En Enseña Chile siempre pensamos que el talento está distribuido de manera homogénea en todos los estratos de la sociedad, y esto lo reafirma. Cuando somos capaces de llevar profesores de Enseña Chile a distintas salas de clases en lugares súper apartados de la región, donde generalmente el acceso a oportunidades se ve disminuido, es un tremendo golpe decir 'ahí hay talento y podemos trabajar con esos estudiantes'. Ellos nos están demostrando que tienen ganas y capacidades y solo les falta que creamos en ellos y les entreguemos oportunidades", expresó frente a estos resultados José Miguel Pérez, director regional de Enseña Chile.
Tomás Serrano, jefe comercial de TPS, reafirmó el compromiso de la empresa por contribuir con la misión de Enseña Chile: "Nos sentimos sumamente motivados al ver el impacto que tiene este programa en los estudiantes de nuestra región. Sentimos que estamos haciendo un aporte muy significativo para la proyección de estos jóvenes en la sociedad y nos sentimos muy orgullosos".
Tomás Recart, director ejecutivo de la fundación, que trabaja exclusivamente con establecimientos con índice de vulnerabilidad superior al 60%, señaló: "¿Qué oportunidades les están dando los profesores a sus estudiantes? Altas expectativas, rigurosidad y preocupación genuina por cada uno de ellos. Son esas tres cosas las que permiten hacer este progreso. No es magia, no es nada del otro mundo. Es perseverar y no bajar los brazos a la hora de trabajar por el desarrollo integral de los estudiantes", enfatiza Recart.
SEPA es un instrumento generado por MIDE UC que se utiliza para analizar datos y tomar decisiones que potencien los ciclos de aprendizaje al interior de un establecimiento en las asignaturas de Lenguaje y Matemática. Sesenta y ocho profesores de la fundación aplicaron la evaluación en marzo pasado para diagnosticar el nivel de sus estudiantes y planificar su práctica pedagógica. En noviembre se aplicó la segunda prueba para ver cuánto habían avanzado en el año.
En la región, el instrumento se aplicó en 6 colegios, con una muestra de 135 estudiantes.